Qué es la Ventana de Tolerancia y su rol en la terapia
Nov 12, 2024La ventana de tolerancia es un término acuñado por Daniel J. Siegel, profesor clínico de psiquiatría en la Facultad de Medicina de la UCLA, para describir la «zona» emocional óptima en la que podemos vivir para funcionar mejor y prosperar en la vida cotidiana, es un concepto dentro de la Psicotraumatología, muy utilizado en la Teoria Polivagal y en diferentes formas de terapia para el trauma
- Dentro la ventana de tolerancia, una persona es capaz de gestionar sus emociones y experiencias sensoriales, pensar con claridad y reaccionar racionalmente. También puede conectar con los demás, procesar información y participar en actividades significativas.
- Fuera del margen de toleranciaUna persona puede estar hiperactivada (abrumada, peleando o huyendo) o hipoactivada (insensible, o desconectada). Puede perder el acceso a sus habilidades ejecutivas y al córtex prefrontal, y ser más propensa a realizar acciones imprudentes o de pánico.
Fuera de la «zona óptima» hay otras dos zonas: la zona de hiperactivación y la zona de hipoactivación.
La Ventana de la Tolerancia -la zona óptima- se caracteriza por una sensación de arraigo, flexibilidad, apertura, curiosidad, presencia, capacidad para regularse emocionalmente y para tolerar los factores estresantes de la vida.
Si esta ventana se eclipsa, si experimentas factores estresantes internos o externos que te hacen salir de ella, puedes encontrarte en un estado de hiperactivación o hipoactivación.
La hiperactivación está caracterizada por las respuestas del estrés hacia la pelea o huida, es un estado emocional caracterizado por una gran energía, ira, pánico, irritabilidad, ansiedad, hipervigilancia, agobio, caos, instintos de lucha o huida y respuesta de sobresalto (por nombrar sólo algunas características).
La hipoactivación, está caracterizada por la respuesta del estrés hacia el colapso, inmovilización o congelamiento, desde esta respuesta del sistema nervioso parasimpático (freno fisiológico) también surgen la adulacion, el sometimiento y el llanto de rescate, llano de apego o victimismo; es un estado emocional caracterizado por el cierre, el entumecimiento, la depresividad, el retraimiento, la vergüenza, el afecto plano, la apatía sexual o no-sexualidad y la desconexión (por nombrar sólo algunas características).
¿Por qué es tan importante la Ventana de Tolerancia?
En pocas palabras, estar dentro de la Ventana de Tolerancia es lo que nos permite movernos funcional y relacionalmente por el mundo.
Cuando estamos dentro de nuestra ventana, tenemos acceso a nuestro córtex prefrontal y a las habilidades de funcionamiento ejecutivo (organizar, planificar y priorizar tareas complejas; iniciar acciones y proyectos y mantenernos centrados en ellos hasta su finalización; regular las emociones y practicar el autocontrol; practicar una buena gestión del tiempo). Tener acceso a nuestras funciones ejecutivas nos equipa para trabajar, relacionarnos y resolver problemas con eficacia mientras nos movemos por el mundo, a pesar de encontrarnos con contratiempos, decepciones y desafíos.
¿Cómo podemos aumentar nuestra ventana de tolerancia?
Quiero reconocer que la Ventana de la Tolerancia es subjetiva. Cada uno de nosotros tiene una ventana única y distinta en función de múltiples variables biopsicosociales: nuestras historias personales y si procedemos o no de entornos traumáticos infantiles, nuestros temperamentos, nuestros apoyos sociales, nuestra fisiología, etc. No hay dos ventanas exactamente iguales; la mía puede no ser la misma que la tuya, etcétera.
Por ello, quiero reconocer que aquellos que provienen de historias de traumas relacionales pueden tener ventanas más pequeñas que sus compañeros que provienen de historias no traumáticas. Aquellos de nosotros con historias de abuso en la infancia podemos encontrarnos, también, con que somos desencadenados con más frecuencia y facilidad y empujados fuera de la zona de regulación emocional óptima hacia la hiper o hipoactivación. Esto es normal y natural, dado lo que hemos vivido.
Y todos, vengan o no de una historia de trauma relacional, tendrán que trabajar y esforzarse para mantenerse dentro de su Ventana de Tolerancia y tendrán que practicar la resiliencia cuando se encuentren fuera de ella.
Esto puede significar que aquellos con una historia de trauma relacional tengan que trabajar más duro, durante más tiempo y de forma más deliberada.
Así que, una vez más, reconociendo que nuestras ventanas son únicas y que todos necesitamos invertir esfuerzo en mantenernos dentro de ellas, ¿cómo lo hacemos? Según mi experiencia personal y profesional, este trabajo tiene dos vertientes:
En primer lugar, nos proporcionamos los elementos biopsicosociales fundamentales que contribuyen a un sistema nervioso sano y regulado.
En segundo lugar, trabajamos para cultivar y recurrir a una amplia gama de herramientas cuando nos encontramos fuera de nuestra ventana (lo cual, de nuevo, es inevitable).
La primera parte del trabajo -proveernos de los elementos biopsicosociales fundamentales que contribuyen a un sistema nervioso sano y regulado- puede implicar:
- Proporcionar a nuestro cuerpo un autocuidado de apoyo: dormir lo suficiente, hacer suficiente ejercicio, comer alimentos nutritivos, abstenernos de sustancias que erosionan nuestra salud y atender las necesidades médicas emergentes.
- Proporcionar a nuestra mente experiencias de apoyo. Esto puede incluir cantidades adecuadas de estimulación, cantidades adecuadas de concentración y compromiso, cantidades adecuadas de descanso, y amplitud y juego.
- Proporcionarnos experiencias de apoyo: de estar en una relación conectada, de estar conectado a algo más grande que nosotros mismos (esto podría ser la espiritualidad, pero también puede ser la naturaleza).
- Cuidar nuestro entorno físico para prepararnos para el éxito: Vivir y trabajar en lugares y de formas que reduzcan los factores estresantes en lugar de aumentarlos; diseñar los entornos externos de nuestras vidas para que sean lo más nutritivos (y no agotadores) posible.
La segunda parte del trabajo consiste en practicar la resiliencia y la recuperación cuando nos encontramos en zonas de híper o hipoactivación. Para ello, desarrollamos prácticas, hábitos, herramientas y recursos internos y externos que nos ayudan a calmarnos, regularnos, redirigirnos y enraizarnos.
Impacto de la Ventana de Tolerancia en la Práctica Psicoterapéutica
3.1. En la Evaluación
Se habla de una rápida evaluación de la configuración personal básica en la ventana de tolerancia para guiar al terapeuta, ya que su capacidad y/o su entrenamiento para llevar a cabo una evaluación de personalidad y de reposicionamiento de las defensas del cliente están muy a menudo alejados del nivel del principiante. Por ello, se aconseja el uso de una breve historia de la infancia, informes de observaciones conductuales, presentando probabilidades sobre la estructura de personalidad basada en el conocimiento de la estructura de personalidad incoherente. Se dice haber encontrado en práctica clínica muchas aplicaciones diferenciadas correlacionadas con desbalances concretos o restricciones de la ventana de tolerancia.
3.2. Proceso terapéutico
También en este campo hay quienes aportan estrategias, actitudes y técnicas particulares según el nivel de arousal del cliente. Posiblemente, uno de los que más desarrolla el trabajo según los estadios del proceso describe lo que el terapeuta interviene en función de si el cliente está fuera de la ventana de tolerancia, en el límite y fuera o regresando nuevamente a la ventana de tolerancia. Por tanto, diríamos que el conocimiento que tiene un terapeuta sobre la ventana de tolerancia de su cliente le permitirá una delimitación clara de hasta dónde cada técnica tiene cabida, pero siempre a partir de que el cambio se produce mediante la inclusión de nuevas experiencias en la rutina conductual del paciente y no mediante la extinción de la respuesta perturbadora.
3.3 En el Tratamiento del Trauma
Los psicotraumatólogos son formados y entrenados puesto que el procesamiento de las memorias traumáticas siempre debe hacerse dentro de la ventana de activación óptima ya que si el paciente se encuentra fuera de la ventana de tolerancia puede ser re-traumatizado por la herramienta clínica.
En el tratamiento orientado a fases del Trauma, la ventana de tolerancia comienza a ser el indicador del avance o de la necesidad de adaptar los modelos usados para el tratamiento.
4. Disregulación Emocional y la Ventana de Tolerancia
En el ámbito de la neurobiología existen distintos conceptos cuyo trabajo e integración resultan esenciales para un mejor entendimiento del comportamiento humano. Esta integración neurobiológica permitirá que los profesionales de la salud mental proporcionen mejores diagnósticos, diseñen planes de intervención más acordes a las necesidades de cada individuo y entiendan sus conductas dentro de la diversidad de mecanismos de autorregulación desarrollados por cada persona. Uno de los conceptos cuya integración es clave en la práctica psicoterapéutica es el de "ventana de tolerancia". Este concepto se enmarca en la teoría neuropsicológica del apego; la teoría del apego se entiende como "un sistema fisiológico que se propone mantener la proximidad del niño a las personas de apego y busca mantener este contacto actuando también sobre las señales de dolor y amenazas para la vida". En la etapa neonatal del ser humano, la hipótesis de la criatura indefensa desarrolló un mecanismo neuropsicológico garantista para su propia supervivencia.
Cuando el niño o niña se encuentra en la ventana de tolerancia es capaz de procesar e integrar todo tipo de experiencias sensoriales, así como de emociones y pensamientos, y se encuentra tranquilo y pleno. Por el contrario, cuando se sale de ella, dos modos de respuesta pueden presentarse: la hiperactivación simpática, que corresponde a recibir un excesivo estímulo sensorial, y la hipoactivación simpática, a padecer escasez de contacto o de alimento, a menudo a aquellos niños que proceden de hogares donde en los primeros meses de vida han adolecido de este, básico e insustituible, estímulo. Si bien en la presente revisión informamos únicamente sobre la ventana de tolerancia, hemos señalado dichos modos de respuesta para futuras investigaciones, partiendo de la base de corroborar si aquellos individuos que en sus hogares vivenciaron situaciones descritas, en situaciones de vida adulta, se encontrarían fuera de la ventana de tolerancia y observando cómo ello podría repercutir en el estado de salud mental.
5. Estrategias de Regulación Emocional en la Terapia
Por último, cabe hablar de las estrategias de regulación, sobre todo atendiendo al efecto que pueden tener en la ventana de tolerancia.
(a) La elección entre una estrategia de expansión, orientada a expandir la ventana de tolerancia del segundo cliente, o de contracción, centrada en acotar la ventana de tolerancia del primer cliente, dependerá de (i) los estilos personales del terapeuta y (ii) las necesidades del cliente y del tipo de regulación.
(b) Uso correcto de las estrategias. A pesar de que una estrategia parezca útil para la regulación, en la que la llevamos a cabo, no se convierte en efectiva o incluso puede ser contraproducente. En palabras de acción, el efecto suele ser perjudicial para el segundo cliente, reduciendo la ventana de tolerancia.
(c) Evitar las intervenciones cognitivas o conductuales que no se fijen en la en la ventana de tolerancia o regulación emocional previo a la intervención clínica
(d) Uso del insight de forma adecuada que contribuya a la expansión de la ventana del segundo cliente, y no como mero contenido, que más habitualmente reducirá su ventana de tolerancia.
(e) En intervenciones que den sentido a la experiencia personal, cuidado con estrategias de influencia: ofrecer consuelo de forma paternal, hacer interpretaciones psicológicas o hacer juicio de valor sobre la vivencia emocional.
En general, cualquier estrategia que no fomente una percepción de control ni una consciencia sobre el sistema nervioso del paciente, solo hará que haya una función menor de la capacidad cognitiva del paciente.
La ventana de tolerancia debe seguir un modelo neuro-secuencial de abajo-arriba, comenzando por la consciencia del cuerpo, co-regular emocionalmente y activar la función cognitiva.